Monday, April 11, 2005

 

Planificación de Abril

Estoy embalsamado. Hace rato que no puedo moverme; ni con el mejor intento. Es que Abril es así. Abril es un poco Martes. Y el Martes no sirve para nada, no es Lunes que empieza, ni miércoles que está más barato el cine. Tampoco es Jueves pre-fin de semana, ni Domingo nefasto. Es Martes, y hay que tomarlo cómo si fuera Abril. Un transitivo. En los transitivos es muy posible quizás que muera gente. Y entonces se muere el Papa y Alsogaray el mismo día. No serán la misma persona?, alguien los vio juntos alguna vez?. Si Alsogaray es el Papa entonces María Julia vendría a ser...la princesa del Papa. Y a mi cómo mujer me gusta María Julia, tiene algo de corrupta berreta. Es la clase de hermosura de la que estoy hablando, esa que da asco. Cómo Sofovich. Y me repugna la gente que se llena la boca hablando de que el Ruso es un facho, haciendo honor de uno mismo cómo persona humanista y de delicados modales. Yo les digo a ustedes, pequeños pordioseros de vuelo tan bajo cómo el ratón, que Sofovich es mucho más que eso. Sofovich es cómo el roquefort, lleva tiempo encontrarle el gusto, hay que añejarlo en el subconciente. Pero cuando uno logra por fin saborearlo es justo ahí cuando encuentra lo verdaderamente amargo de la delicia. Y a mi el Ruso me genera tantas discrepancias, tantos choques, que finalmente me hace sentir vivo. Y cuando lo puteo... a la vez termino riendo con amargura.
Para un mes cómo Abril hay que proyectar mediocremente. Entonces yo decidí que en Abril voy a jugar al Prode y al Loto todos los Viernes (prometiendo nunca ganarlo). El engaño del Prode es muy sencillo, juega con la naturaleza del humano. Uno cree que controla todo lo que conoce. Entonces, cualquier hijo de almacenero dispararía confiado, "El Prode es diferente a todos los juegos, entendés?, el Quini, El Loto, Mi Bingo, esos son para negros, eso es azar sin más...el Prode premia el saber, entendés?, hay que saber de fútbol, no lo gana Clorinda mientras riega las azucenas, entendés?. Pero que alevosa falacia estancada en premisas dubitables. Quien te asegura hijo de almacenero que el negro que va a patear el penal que te va a dar el punto número trece no se comió un superpancho de $ 1,25 y ahora tiene el culo lleno de hemorroides?. Y peor aún, quien te dijo que el negro que va a patear el penal que te va a dar el punto número trece no le dijo a la nona que le jugara visitante en su partido porqué seguro perdían?. Por eso juego al Loto. Porqué en el Loto también hay algo de "hay que saber jugar" escondido. Uno no puede ir a la agencia y jugarle a los números obvios porqué jamás salen. Esa de "31, el día de mi cumple...8, mi número de la suerte...26, el día que raulito cagó su primer soretito". No. Para jugar bien al Loto hay que saber vislumbrar los números en los sueños. Así que si por ejemplo soñaste con un tiburón con la cara de Lucía galán, de seguro jugale al 32 (el despiste). O si tuviste una visión de siete vacas flacas devorándosé a siete vacas gordas, jugale al 19 (el garrón). Si uno se esfuerza lo suficiente también es probable que logre encontrar estos números salvadores en el cotidiano. Sin embargo, en general estan mucho más camuflados y hay que consultarle a los linyeras por donde se filtran. Ellos conocen bien la calle. Así entonces, jugando al Prode y al Loto, tengo dos chances para perder. Y cuanto más juegos jugás, más chances de perder tenés, y eso, a pesar de estrangularte lentamente, te regala la mínima esperanza de que finalmente te relajes en la derrota. Hay que saber vivir con la ignorancia del perdedor, porqué si alguna vez llegara uno a tener la gracia de desprenderse de dicho mortal estigma, nada superará el embate de un ganador incrédulo. El ganador incrédulo es un ganador irreverente. Da bronca que gane porqué nunca da las gracias. Sabe que ya lo merecía.


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