Chaufan

Mi ego es tan grande cómo el tumor en mi cabeza que los médicos se niegan a encontrar. Algo tengo...no puede ser tanto sufrimiento. Además no pienso morirme en un accidente. Es muy sangriento...no es cool. Antes pensaba que mi muerte iba a ser caminando por la calle tranquilamente y que algo se caía en mi cabeza. No sabía exactamente qué, pero algo pesado. Tipo la roldana de un pintor. Así murió una nena en mi primaria cuando hacía gimnasia en el patio. En ese momento pensé que mi destino iba a ser igual. Lo que no conocía de chico eran las probabilidades. Si las hubiese conocido quizás hubiera estado aún más aterrado. O por lo menos, más alerta. Pero no. Pienso cuidarme. Mucho tiempo tuve miedo de salir a la calle...y todavía algo me queda. Yo pienso morirme de una enfermedad terminal...y si no es mi destino, lo voy a forjar solito. No quiero sangre, ni gente extraña mirando.
Vos te pensás que la mosca sabe que es mosca?...obvio que sabe. Sabe que es mosca, sabe todo lo que representa ser esa mosca de mierda...y no le queda otra que seguir siendo mosca hasta que una roldana le caiga encima. Lo único que le queda es elevar su ego y por lo menos sentirse más que otras moscas. Ser una mosca agrandada...quizás así safe de la roldana.
Una vez conocí un travesti feo, parecido a Funes. Se apareció sudado en mi ventana y me pidió un vaso de agua. Cuando volví con el agua estaba abriendo un papelito de merca. Debía tener un par de gramos y me preguntó si podía tomarlo ahí. No cruzamos una palabra más que el "si". En el momento que estaba preparando la nariz, pasó un patrullero. Se puso tan nervioso/a que se incrustó todo el papel en la cara snifeando y chupando a la vez. Terminó y me preguntó si se había manchado. Le dije que no. Al ratito, y pasado el mal momento, vovió a su esquina con un bigote de cocaína.