Chaufan

Yo conozco un patovica que lee. Un patovica que es seguridad, usa anteojos de sol y todo. Pero me parece que es un patova bueno...por lo menos eso aparenta. Le gusta mostrarse en esplendor, pero tiene un costado tímido. Yo conozco un patovica que lee. Y me mostró que lee a Shopenhauer. Le pregunté si no lo bajoneaba un poco...si no era contraproducente para su carrera. Pero me dijo que no. Me dijo que él era cómo un bíceps. No sé que habrá querido decir...pero me imagino que tendrá algo que ver con la dualidad. Cuando se rie no se rie de las mismas cosas que yo. Mis desgracias le parecen jocosas, y mis chistes le roban lágrimas. Una vez le regalaron un perro, un Terrier inglés. Le puso Caucho...tenía cinco años. Al poco tiempo se murió de cancer, parece que meaba sangre. Cuando lo vi de nuevo andaba con un librito de Heidegger. Me preguntó si lo podía acompañar hasta los carritos en costanera... quería comer un choripan. Aproveché el viaje y nos tomamos el 37. Casi no hablamos...fue el primero en levantarse cuando subió una embarazada. Yo conozco un patovica que lee. Y cuando esta bien lee a Víctor Hugo. En la casa tiene una biblioteca de aglomerado, de esos muebles brasileros. Él dice que los brasileros estan bien marcados, pero que tiene que ver con la atmósfera del lugar. Me imagino que si lo dice es porqué lo ha leído. Cuando voy, él está...y cuando vuelvo también. Siempre ahí sentado, con algún librito que se pierde en sus manos. Es tan bondadoso que cuesta romperle el corazón. Si al menos leyera a Marx me sería más fácil.